No tenemos fórmulas mágicas, pero si algunos ejercicios de oratoria que pueden ser de mucha ayuda para mejorar tu speaking ¡te los contamos!

Dominar el arte de la oratoria requiere de tiempo, práctica y esfuerzo. Como todo en esta vida. Mientras que otras disciplinas como el dibujo, la música o la fotografía, si tú no quieres, no tienes por qué practicarlas, el arte de hablar en público supone uno o varios momentos de nuestra vida por los que todas las personas pasamos. Desde hacer un brindis en la boda de una persona querida para ti, a una presentación en el trabajo o a un examen oral en la universidad. Es más, si te estás preparando cualquier examen EOSL, tienes que afrontar de forma inevitable la parte del speaking.

Para mejorar esto siempre puedes hacer como el Rey Jorge VI en la película “The King’s Speech” y contratar a una persona experta en entrenamiento para debate. Será una de las mejores inversiones que podrás hacer en ti. También puedes apuntarte a algún Club de Debate de las universidades estatales donde docentes, igual que hace Denzel Washington en la película “The Great Debaters”. Esta película suelo recomendarla porque se ve el entrenamiento que el profesor sigue con un grupo de jóvenes afroamericanos a los que enseña a competir en las ligas de debate universitarias, a la vez que le dan una lección al país entero sobre derechos civiles y dignidad humana.

Por supuesto, en oratoria y debate, como para todo insisto: constancia, práctica y esfuerzo son más que necesarios. Pero, si no es el momento de contratar a ningún profesional o apuntarte a una liga de debate, puedes ir practicando en casa con los siguiente ejercicios de forma sencilla.

¿Empezamos?

Pronuncia correctamente

En inglés la pronunciación es esencial. Es un idioma que no se escribe igual que se pronuncia, así que vas a tener que esforzarte un poco en este área si quieres que te entiendan bien y sentirte más preparada cuando vayas a dar tu discurso. La pronunciación no tiene que ver con el acento. Tu acento es tuyo y es bonito que lo tengas. Pero si no quieres caer en el típico lío de beach/bitch, esfuérzate en hacerlo bien. Un buen ejercicio es leer en alto varias veces a la semana: coge un libro que te guste, que te resulte fácil de entender y ponte a ello. Si tienes dudas sobre cómo se pronuncia una palabra, en nuestro diccionario Cambridge puedes poner los audios sobre la palabra en cuestión y con los diferentes acentos angloparlantes principales. Otro ejercicio muy bueno para mejorar la dicción es recitar trabalenguas de forma ágil y rápida.

  • “The sixth sick sheikh’s sixth sheep’s sick»
  • “A big bug bit a bold bald bear and the bold bald bear bled badly”
  • “You’ve known me to light a night light on a light night like tonight. There’s no need to light a night light on a light night like tonight, for a night light’s a slight light on tonight’s light night”
  • “Imagine an imaginary menagerie manager managing an imaginary menagerie»
  • «Shep Schwab shopped at Scott’s Schnapps shop; one shot of Scott’s Schnapps stopped Schwab’s watch»

Calienta la voz

No sé si conocerás el vídeo que se difundió tras estrenarse el musical de “Les Miserables” en el que actores y actrices hacían demostraciones de los ejercicios vocales que debían hacer para calentar la voz:

 

Desde un gato en un apuros a hacer pedorretas con la lengua, el caso es que nuestro aparato fonador hay que entrenarlo también. Puedes imitar al reparto de la película y sus peculiares ejercicios o ir calentando la voz cantando de forma suave, moviendo la lengua de un lado a otro, masajeando la mandíbula y abriendo y cerrando la boca o respirando bien con la parte de arriba del tórax para dejar proyectar bien tu voz. Es especialmente importante que tengas el cuerpo relajado: pasea, estira, haz yoga antes de tu presentación o ponencia. Verás que con esfuerzo irás consiguiendo resultados y cada vez te costará menos.

 

Entrena en redes sociales

Sé que esta pauta puede dar bastante más vergüenza que las anteriores pero, precisamente por eso, es la más recomendada. Todas tenemos nuestro público y gente que está atenta de las cosas que publicamos. No hace falta que seas blogger o que tengas una agenda de marketing de contenidos si son tus redes personales y en ellas se encuentran tu familia y amistades.

  • Si quieres algo más íntimo, prueba con mensajes de voz de WhatsApp. Esto lo he dicho ya en varias ocasiones, yo misma lo practico y va muy bien. Me gusta porque tiene varias ventajas sobre el resto de las redes:
    • Los mensajes pueden ser de mayor duración.
    • Puedes enviar contenido más sensible a personas de mayor confianza.
    • Puedes escucharte de nuevo las veces que quieras para ver fallos y seguir aprendiendo.
    • Y también dejar los mensajes interesantes en destacados (marcándolos con la estrellita) para tenerlos localizados después.
  • Para Snapchat o Instagram Stories recuerda que puedes dejar cuantos mensajes quieras pero de una duración máxima de diez segundos. Los mensajes se borran a las 24 horas, así que puedes hacer cuantas pruebas quieras. Viene genial porque te obliga a ajustarte a tiempos mucho más cortos así que cuidado con dejar frases inacabadas o correr demasiado en cada story.

Exagera

No como si estuvieras contando batallitas, no. Exagera tus frases, los gestos, la vocalización. Esto es un buen ejercicio de entrenamiento, no solo para los muchos músculos faciales, sino porque también te permite acceder a distintos registros de tu voz (más agudos, más graves) y a diferentes entonaciones (tonos afirmativos, remarcar las preguntas, etc.). ¿Quieres ver un ejemplo magnífico de buena interpretación? No te pierdas este vídeo de Benedict Cumberbatch haciendo del dragón Smaug para la película de “The Hobbit”.

 

Aunque, igual te parece más divertido intentar imitar el acento posh y educadísimo de Maggie Smith como Lady Grantham en Downton Abbey.

 

Hablar puede tener muchas funciones: informar, entretener, seducir, convencer… pero desde luego siempre requiere de la parte dispuesta a escuchar para que el “milagro” de la comunicación se suceda realmente así que tampoco olvides a quien tienes delante. Por último, hagas lo que hagas, hazlo disfrutando. Esa sería la mejor recomendación para que aproveches al máximo los ejercicios de oratoria que quieras probar o incluso inventarte tú, why not?

 

Autora: Paula González
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