Debatir en inglés, no sólo es práctico para personas con estudios superiores que tienen que afrontar las distintas competiciones y hacer las tareas que en el Club de Debate de su universidad les plantean. Tanto si te dedicas a la enseñanza del inglés como lengua secundaria, como si eres tú quien lo está aprendiendo, puedes poner en práctica esta modalidad de la oratoria que tanto tiene que enseñarnos y beneficiarte de las habilidades que aprenderás en el camino.
¿Cómo podemos aprovechar al máximo un debate en inglés? En este artículo veremos diferentes objetivos que podemos plantearnos, con sus distintas recomendaciones, además del modelo de debate clásico parlamentario para que lo puedas entrenar con más gente o por tu cuenta.
El modelo clásico de debate parlamentario
Partimos de la base de que hay dos equipos de mínimo dos personas y máximo cinco (incluyendo a quien capitanea el equipo y que no participa). Estos equipos se enfrentarán en un tiempo determinado para intentar dar respuesta a una pregunta, normalmente planteada por las Ligas de Debate de los diferentes estados.
Si eres profe y nunca has visto un debate de competición universitario, aquí te dejamos algunas preguntas reales del TED (torneo escolar debate) de la Comunidad de Madrid.
- ¿Debemos optar por modelos de economía colaborativa frente a modelos tradicionales de negocio?
- ¿Las máquinas que funcionan autónomamente deberían incluir sistemas de decisión ética?
- ¿Es más importante tener conocimiento que tener éxito?
- ¿Deberíamos ser mayores de edad a los 16 años?
- ¿La principal fuente de transmisión de valores, ¿debe ser la familia o la escuela?
- La piratería, ¿limita la libertad de expresión de los artistas?
- ¿Vivimos mejor que nuestros padres a nuestra edad?
Una vez tenemos esta pregunta, los equipos se preparan ambas posturas: A FAVOR y EN CONTRA. Por lo que tienen que encontrar suficientes argumentos y evidencias para poder contestar la pregunta en ambos casos. Lo primero que hay que hacer es leer y buscar toda la información posible acerca de ese tema: libros, documentales, entrevistas, biografías, archivos, medios de comunicación, etc.
También resulta extremadamente útil buscar las definiciones precisas de las palabras en nuestra pregunta. No te quedes sólo en la definición básica de la RAE, profundiza con diferentes diccionarios, incluida las definiciones de la FUNDEU o busca en organismos oficiales a que se refieren cuando hablamos, por ejemplo, de estado de derecho.
Tras haber recopilado toda la información, la podremos clasificar para seguir avanzando en nuestras líneas argumentales. De forma habitual encontrarás que hay distintos tipos de argumentos que pueden ser categorizados: jurídicos, sociales, éticos, económicos, científicos, etc.
Turnos de debate
Te ayudará saber que el debate seguirá los siguientes turnos para hablar, para que puedas prepararte mejor tu intervención:
- INTRODUCCIÓN A FAVOR (AF): 4 minutos
- INTRODUCCIÓN EN CONTRA (EF): 4 minutos
En las introducciones avanzamos nuestra línea argumental, comenzamos con ejemplos o exordios que atrapen la atención del público y es la parte que más preparación debe llevar.
- REFUTACIÓN 1 AF (a favor): 5 minutos
- REFUTACIÓN 1 EC (en contra): 5 minutos
- REFUTACIÓN 2 AF: 5 minutos
- REFUTACIÓN 2 EC: 5 minutos
En las refutaciones intentaremos tirar abajo todos los argumentos del equipo contrario (o los que podamos) así como responder a las preguntas que nos hagan y desarrollar nuestra línea argumental con nuestras evidencias.
- CONCLUSIÓN EC: 3 minutos
- CONCLUSIÓN AF: 3 minutos
Se suele decir que una buena conclusión puede ganar un mal debate. Y es que el cierre puede que sea lo que más vaya a recordar el jurado o tu público (o el futuro entrevistador de recursos humanos de una empresa). Es importante no introducir datos nuevos que no se hayan dicho antes en el debate, evidenciar los fallos del equipo contrario y cerrar con un final contundente que recuerde por qué nuestro equipo merece ganar gracias a lo demostrado con sus argumentos.
Como verás, que te ajustes a estos tiempos tan breves, es importante en cualquier idioma pues fomenta la capacidad de síntesis y ayuda a que se diga lo necesario respetando los turnos de palabra. ¿Alguna vez has tratado de interrumpir a una persona angloparlante? Es probable que se le quede la misma cara que a Claire Foy interpretando a Queen Elizabeth en The Crown.
Por último, si quieres más información, en el canal de Youtube de “Debate Escolar” tienes muchísimos recursos diferentes desde cómo construir un buen argumento a cómo recopilar mejor información para tu tema.
Consejos para debatir en inglés en el aula
Te irá bien saber que en estas competiciones hay dos aspectos que se valoran fundamentalmente y que seguro también te son útiles a la hora de prepararte un examen oral (o la parte de speaking) en tu examen oficial de Cambridge. Estos dos aspectos son FONDO y FORMA. El fondo es lo que decimos: la solidez de nuestros argumentos, su variedad, la veracidad de nuestras pruebas y evidencias (datos); y la forma es cómo lo decimos: la soltura que tenemos para movernos en el escenario o desde el atril, la convicción de nuestras palabras, el ritmo, cadencia, el contacto visual que hagamos con el público y el jurado, la confianza que demostremos ahí arriba en definitiva.
Por lo tanto, si vas a hacer practicar a tu alumnado imitando el modelo de debate parlamentario clásico ya tienes qué pautas seguir para poder evaluar su performance.
También puedes hacer pequeñas rondas de un minuto en el que ambos equipos defiendan refutando su postura y en la que no se permitan preguntas.
Trucos para debatir en inglés mejor
- Haz una lista de conectores y ponlos en práctica en diferentes frases y situaciones. He encontrado en internet esta lista de 50 que contiene algunos de ellos. (2) Muchas veces sucede que, al no ser nuestro idioma nativo, cometemos menos exceso de muletillas y onomatopeyas cuando nos quedamos atascadas, pero también pasa que podemos no saber cómo seguir. Tener estos conectores en cuenta, es más que útil a la hora de poder seguir hilvanando nuestro discurso.
- Presta atención a la pronunciación. Lo más útil aquí es que te hagas una lista de las palabras que te resultan más complicadas de pronunciar y practiques la dicción. Te puede ayudar siempre a pronunciar mejor buscar esas palabras en diccionarios online como el de Cambridge y escuchar bien cómo se dicen. Recuerda no cambiar tu acento: tu acento eres tú, tu personalidad y quién eres. Se puede hablar bien inglés sin necesidad de renunciar a tu sello de identidad. Pronunciación, dicción y acento NO son lo mismo.
- No te olvides de los soundbites. Estas frases hechas hay que utilizarlas con mucha moderación, como si de una restricción alimentaria se tratase, pero pueden ayudar también en esos momentos en los que nos quedamos bien sin saber qué decir o cuando queremos imprimir fuerza a nuestro discurso haciendo hincapié en una frase que pueda resonar con nuestro público.
- Disfruta. Aunque estas intervenciones orales son mucho más formales, debes saber ya que los países angloparlantes también tienen un sentido del humor muy particular. Por lo que si sabes utilizar el humor (o wit) con inteligencia y mesura, hacer sonreír a la otra persona es éxito garantizado. Siempre que no te pases de listo/a, resultarás tan carismático/a como Oprah u Obama.
La mejor manera de aprender a debatir en inglés es debatiendo. Supongo que esto ya lo tienes claro, así que nos gustaría saber cuáles son tus anécdotas, trucos o experiencias cuando te ha tocado enfrentarte a un público angloparlante. Como decía Sócrates: “habla para que te vea” pero hazlo en nuestras redes sociales.
Autora: Paula González