Desarrollo de competencias y aprendizaje independiente en el aula
Ayudar a los alumnos a convertirse en adolescentes capaces de aprender de forma independiente es un aspecto importante de su preparación para la vida y el trabajo después de su etapa educativa. Además, hace que la vida de los profesores sea algo más fácil, sobre todo si enseñas en remoto. Es mucho más sencillo dar clase a alumnos que son conscientes de qué modo de aprendizaje prefieren, capaces de reflexionar sobre su aprendizaje y de buscar de forma proactiva maneras en que mejorar.

Hemos pedido a tres profesores formadores que compartieran con nosotros sus consejos para el desarrollo de competencias para la vida entre sus alumnos adolescentes. En estos vídeos, Emma, Will y Greg nos hablan de aprender a aprender, una de las seis áreas de competencia recogidas en el Marco Cambridge de competencias para la vida.

Muchos profesores creen que sus alumnos no saben aprender, que no dominan técnicas de aprendizaje básicas como la toma de notas, la categorización de la información y la evaluación de sus fortalezas y flaquezas, especialmente en los primeros años de secundaria.  Enseñar estas competencias para la vida a menudo puede percibirse como otra tarea más en la dilatada lista de los ocupados profesores pero, en realidad, es muy sencillo incorporar el aprender a aprender en un programa de lengua extranjera.

Aprender a aprender es una de las seis áreas de competencia incluidas en el Marco Cambridge de competencias para la vida, un marco diseñado para ayudar a alumnos y coordinadores de programas a integrar el desarrollo de competencias en el aula de idiomas. Aprender a aprender comprende tres áreas principales: competencias prácticas para participar en el aprendizaje, adquisición del control del propio aprendizaje y reflexión sobre los propios logros, así como la evaluación de estos últimos. Veamos algunas sencillas técnicas que permiten desarrollar dichas competencias.

 

1. Desarrollo de competencias practicas para participar en el aprendizaje

Entre ellas, la toma de notas y la organización y revisión de estas. Greg te sugiere en su vídeo que descubras a tus alumnos diferentes estrategias de aprendizaje. En el caso de la toma de notas, por ejemplo, podrían ser las tablas, los diagramas de araña o los recuadros de anotación. Durante unas cuantas clases, pídeles que utilicen una cada vez, para evaluar después cuál es la que más les funciona en cada caso.

 

 

Si impartes tus lecciones en remoto, puedes probar diferentes formas de presentar, por ejemplo, un nuevo tema de gramática. Comienza presentando en directo, como si estuvieras en el aula física. Después, pide a los alumnos que vean un vídeo antes de clase donde se explique ese tema de gramática. Por último, haz que lean una explicación de este en su libro de clase o en algún otro material pedagógico. Los alumnos tendrán que elegir y comentar el método o métodos que más les han ayudado. Seguro que consigues un montón de respuestas diferentes, pero el objetivo no es cambiar tu estilo de enseñanza, sino que los alumnos aprendan a ayudarse a sí mismos cuando algo les cueste.

 

2. Adquisición del control del propio aprendizaje

Ayudar a los alumnos a tomar el control de su propio aprendizaje está íntimamente relacionado con el mantenimiento de su motivación, y con su capacidad para buscar proactivamente ayuda cuando la necesiten. Será necesario, en consecuencia, que sean conscientes de sus objetivos de aprendizaje y de lo que se espera de ellos en sus exámenes y pruebas.

Emma nos enseña en su vídeo cómo ayudar a los alumnos a reconocer diversos tipos de ejercicios de examen mediante la elaboración de sus propias pruebas. Enséñales un examen que les sirva de ejemplo y haz que identifiquen diversos tipos de pregunta, por ejemplo, ejercicios de rellenar huecos, de elección entre varias posibilidades y de corrección de frases. Después pide a tus alumnos que preparen sus propios exámenes, los compartan con otros alumnos y los corrijan. Al comprender cómo funcionan los exámenes, aprenderán a identificar exactamente con qué se pueden encontrar y lo que se espera de ellos en sus pruebas o exámenes finales.

 

 

Esto se torna especialmente importante en el caso de alumnos que estén estudiando en línea. Es una buena idea pedirles que realicen una lista de los lugares en que se «encuentran» con la lengua inglesa fuera de clase. Podrían ser los vídeos que ven en YouTube, o la cuenta de Instagram de su famoso favorito, o las películas que ven en el tiempo libre. Proponles una tarea muy sencilla, como identificar tres palabras desconocidas para ellos con las que se encuentren y traerlas a clase para una puesta en común. Así podrás ayudarles a darse cuenta de que estas actividades «divertidas» pueden convertirse, de paso, en oportunidades para el aprendizaje.

 

3. Reflexión sobre los propios logros

Permitir que tus alumnos dediquen un tiempo a la reflexión y la autoevaluación es un factor clave en tu labor ayudándoles a mejorar su técnica de aprendizaje. Puede que ya hayas oído hablar de las tablas KWL, que permiten a los alumnos realizar el seguimiento de su propio avance. Se trata de un espacio en que pueden registrar lo que saben (Know), lo que desean saber (Want) y lo que han aprendido (Learned). Will te propone en su vídeo llevar un poco más allá esta propuesta añadiendo cómo lo han aprendido y si ha funcionado bien.

 

 

De esta forma, los alumnos podrán dedicar un momento a reflexionar sobre lo que más les ayuda y lo que podrían mejorar en el futuro. Si tus clases son en remoto, podrías compartir una tabla KWL grupal, en la que los alumnos compartan lo que han aprendido cada semana. No tendría por qué limitarse al trabajo de clase, podría ser un registro de otro logros que hayan conseguido en casa, desde que hayan hecho pan, hasta que hayan aprendido a tocar la guitarra.

Laura Sigsworth


Te invitamos a que descubras, la próxima semana, más ideas para la enseñanza de competencias para la vida en tu aula de secundaria.

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