Muchos profesores no han recibido formación específica en didáctica de la ortografía, o al menos no en la forma en que se les prepara para enseñar otros aspectos de la lengua. Si lo han hecho, normalmente habrán aprendido a utilizar los mismos métodos que utilizan los hablantes de L1 para enseñar a los niños la ortografía de su lengua materna. No obstante, el «se escribe igual que se dice» en realidad no funciona con alumnos que, ya de por sí, pronuncian las palabras a su manera.

En esta entrada compartiré contigo algunas formas en que el profesor puede ayudar a sus alumnos, no solo a mejorar su ortografía, sino también a convertirla en su amiga. La ortografía del inglés tiene fama de caótica e «imposible de aprender» (no suele ser precisamente la asignatura favorita de los alumnos). ¿Cómo podemos entonces convertirla en una lección interesante a la par que efectiva?

 

Ayúdales a entender

Tu actitud hacia la ortografía del inglés puede influir en la percepción que tus alumnos tienen de ella, así que trata de ser positivo. Enséñales que el spelling tiene su origen en una rica historia de invasiones de Gran Bretaña. A mí me gusta pensar que la ortografía inglesa es como una sabrosa sopa. Tenemos una buena reserva de palabras anglosajonas, que son algunas de las más antiguas del inglés, y como la pronunciación cambia con más facilidad que la escritura, suelen ser vocablos comunes que no se escriben como se pronuncian, como «women», «young» o «come». Entonces llegó la invasión de los romanos, que incorporaron palabras latinas, a menudo más largas y más formales. Después fue el turno de los vikingos, que legaron vocabulario del nórdico antiguo, como muchas de las palabras que empiezan por «sk». En 1066, la invasión normanda trajo consigo la enorme influencia que ha tenido el francés en el vocabulario y la ortografía. Si los alumnos preguntan por qué una palabra tiene una ortografía difícil, prueba a realizar una búsqueda en etymonline.com para descubrir su origen. Un poco de trabajo detectivesco a menudo ayuda a memorizar el spelling.

 

Ayúdales a encontrar pautas

Para que no tengan que recordar la forma en que se escribe cada palabra, enseña a tus alumnos que existen pautas de las que se pueden servir. Ya conocerán muchas de ellas, como las relacionadas con el uso de –ing y un, pero también pueden buscar la diferencia entre palabras acabadas en –ible y –able. Ayúdales a darse cuenta de que –able es mucho más habitual y, a menudo, se añade a palabras completas (puede que sin la e final), como «accountable» o «lovable», mientras que

ible a menudo se añade tan solo a la raíz de un vocablo, como en «incredible» o «horrible». Deja claro que se trata de una pauta que puede ayudarles, no una regla infalible que deban seguir.

 

Ayúdales a visualizar la forma de las palabras

Aquellos a los que se les da bien la ortografía normalmente son capaces de visualizar las palabras en su mente, mientras que a aquellos a los que esta les resulta difícil podrían necesitar algo de ayuda para lograrlo. Ser capaz de visualizar palabras significa que eres capaz de darte cuenta cuando una palabra no está bien escrita. Ayuda a los alumnos pidiéndoles que rodeen las palabras, mostrándoles con claridad dónde hay «palitos» (letras altas, como la b, la k y la l) y «rabitos» (letras que traspasan el renglón, como la g, la p y la y).


Después, pídeles que unan cada palabra con su forma. En abcteach.com. podrás hacer estas formas de palabra de manera sencilla. Abajo encontrarás un ejemplo con las formas y las respuestas, que el alumno tendría que unir.

Si algún alumno te pregunta cómo se escribe una palabra, enséñaselo y pídele después que cierre los ojos e intente visualizarla en su mente. Ten en cuenta, eso sí, que para algunas personas esto no es posible, así que no les fuerces demasiado.

 

Ayúdales a aprenderse las palabras que necesitan

En vez de enseñar y poner a prueba el conocimiento de listas de vocabulario aleatorias, intenta tratar la ortografía en relación con el contexto. Es probable que sean más relevantes para ellos las palabras que aparezcan en los textos que estés usando para otros propósitos relacionados con la enseñanza del idioma, así que esas serán las palabras que necesiten. Darles tareas de escritura en vez de exámenes de ortografía te permitirá hacerte una idea mucho más certera de su verdadero dominio del spelling. ¿Te suenan los «Friday spellers»? Son alumnos que estudian para el examen de ortografía del viernes y el lunes ya han olvidado cómo se escriben las palabras. ¿Te suena?

 

Ayúdales a entender que, para escribir bien las palabras, el significado importa

Normalmente, no se relaciona el significado con el spelling, pero a menudo están relacionados.  ¿Alguna vez te has preguntado por qué la palabra «two» lleva una w aunque esta no se pronuncie? Pues, si lo piensas, «twice», «twenty», «twelve», «twin» y «between» son todas palabras relacionadas con el número 2, y todas empiezan por tw. ¿Y qué pasa con «one», que definitivamente no se escribe como suena? Ese on aparece en todas estas palabras relacionadas: «only», «alone», «once», «none» (ni uno). Identifica grupos como estos. En vez de enseñarles las palabras homófonas juntas, por ejemplo, «hear» y «here», podrías enseñarles que «here» se escribe como «there» y «where» y, tal vez en otra clase, que «hear» se escribe como «ear».

 

Ayúdales a disfrutar con la ortografía

Existen muchísimas actividades multisensoriales que puedes hacer para que practiquen el spelling. Les puedes pedir que creen palabras con arcilla, con regletas de Cuisenaire o incluso con espaguetis hervidos. Les puedes pedir que formen letras con sus cuerpos para formar palabras. Hay, además, multitud de juegos de ortografía, pero asegúrate de que todos se lo pasan bien, ya que, si se te da mal el spelling, un juego en el que casi seguro que vas a perder no te resultará precisamente divertido. Yo evito los juegos competitivos, a menos que se juegue en grupo.
Hay muchísimas maneras de ayudar a los alumnos a mejorar su spelling, tan solo hemos de asegurarnos de que les estamos enseñando en vez de poniéndolos a prueba sin más. Yo me lo he pasado genial enseñando ortografía a mis alumnos de inglés, y espero que tú también lo hagas.

 

Si deseas leer otros artículos de la serie «how to»’, prueba con Cómo… ganarse la atención de una clase , de Susie Ashfield.

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En este artículo, el investigador de Cambridge Graham Seed reflexiona sobre la importancia de enseñar competencias lectoras, por qué la lectura es tan útil en el mundo real y los retos a los que se enfrentan los profesores de inglés, además de darnos tres consejos para la enseñanza de competencias lectoras en clase.