La mayoría de nosotros conocemos el propósito de las emociones negativas. Estas reducen nuestro rango de pensamientos y acciones, enfocándonos en una amenaza específica. Todos hemos experimentado la reacción de ‘luchar o huir’ (fight-or-flight response): el miedo nos impulsa a escapar, mientras que la ira nos motiva a luchar. Sin embargo, el impacto de las emociones positivas es igualmente significativo y beneficioso.
Teoría de Ampliación y Construcción
Hasta hace poco había muy poco interés en las emociones positivas. De hecho, solo se prestaba atención a la alegría o la felicidad como un indicador de que un individuo no estaba deprimido. Afortunadamente, el trabajo pionero de la profesora Barbara Fredrickson y su Teoría de Ampliación y Construcción de las emociones (Broaden and Build Theory) ha proporcionado una explicación del papel de la emoción positiva.
Su teoría sugiere que si bien las emociones negativas reducen la perspectiva de las personas y las mantienen enfocadas en el problema específico o amenaza, las emociones positivas amplían los pensamientos y acciones probables de las personas, así como sus comportamientos. Las emociones positivas amplían nuestra atención y nuestro pensamiento en lugar de centrarnos en un solo tema, lo que nos permite acceder a una mayor gama de perspectivas y acciones. En lugar de simplemente ayudarnos a sentirnos bien en el momento, experimentar emociones positivas regularmente nos permite construir importantes recursos y habilidades psicológicas, sociales y emocionales.
Por lo tanto, la teoría demuestra que incrementar las emociones positivas:
- Aumenta la productividad, motivación, compromiso, persistencia, creatividad, memoria, resiliencia, percepción y relaciones.
- Nos ayuda a recordar, a aprender y a comunicarnos con los demás.
- Nos hace más curiosos e interesados, dispuestos a probar nuevas actividades y a desarrollar nuevas habilidades.
Pensad en las reuniones de trabajo, donde a menudo son lugares en que nos enfocamos en problemas o quejas y eso genera emociones negativas. En situaciones así es difícil ser creativo. Además las interacciones con los demás pueden ser tensas y es posible que no seamos productivos. Sin embargo, en una reunión en la que se generan emociones positivas, éstas pueden ayudar a generar fácilmente nuevas ideas y oportunidades, a ser más creativos y a que los asistentes se sientan apoyados y dispuestos a relacionarse con los demás.
Además, el estudio también demuestra que deshacen las emociones negativas, aumentan la resistencia psicológica y son buenas para nuestra salud.
Ejemplos de emociones positivas
El primer paso para aumentar las emociones positivas es reconocerlas. Barbara Fredrickson menciona las diez emociones positivas más comunes:
👉 Alegría
👉 Orgullo
👉 Diversión
👉 Inspiración
👉 Temor
👉 Amor
👉 Gratitud
👉 Serenidad
👉 Interés
👉 Esperanza
Todas estas emociones positivas amplían nuestra perspectiva. Un metaanálisis de más de 300 estudios sobre positividad, donde se evaluó colectivamente a más de 275,000 personas, concluyó que la positividad produce tanto éxito en la vida que refleja más éxito.
- Los médicos que se ponen de buen humor antes de que se les pida que hagan un diagnóstico en un caso complicado, demuestran más éxito que los médicos en un estado neutral.
- Los estudiantes preparados para sentir una emoción positiva, superan a sus compañeros en los exámenes.
En pocas palabras, las emociones positivas no son simplemente el resultado de que las cosas vayan bien, sino también la causa. Experimentar emociones positivas, por lo tanto, desarrolla espirales ascendentes de desarrollo. Y un hallazgo clave es que su frecuencia es más importante que su intensidad.
¿Cuál de estas emociones generas regularmente en ti o en tus alumnos? ¿Dónde estás cuando esto sucede? ¿Con quién estás? ¿Qué experimentas con más frecuencia? ¿Cómo haces que eso suceda? ¿Podría aumentar la cantidad de emociones positivas experimentadas? ¿Qué actividades planearías hacer esto?
Es vital que, cuando trabajamos con niños y jóvenes, busquemos crear entornos que permitan que prosperen las emociones. Esto puede ser a través del desarrollo de relaciones cálidas y de apoyo, generando un sentimiento de pertenencia y una sensación de seguridad y protección. Al mismo tiempo, debemos enseñar explícitamente habilidades en entornos en los que se los modela, valora y fomenta. Desde Cambridge, queremos compartir una actividad para trabajar refuerzo positivo con nuestros alumnos en el aula.