Las emociones llevan existiendo en este planeta desde hace unos 200 millones de años cuando aparecen sobre la faz de la tierra los primeros mamíferos. La etimología de la palabra emoción (emotio, emovere) quiere decir “movimiento hacia”, y es que las emociones implican una aproximación o una defensa. Por lo tanto, las emociones nos empujan a movernos, a la acción.
Según Mora y Sanguinetti, una emoción es una reacción conductual subjetiva producida por la información proveniente del mundo externo o interno (recuerdos) del individuo. Además se acompaña de fenómenos neurovegetativos. Veamos a continuación cuáles son las características más sobresalientes de las emociones.
Características de las emociones
- Breves y pasajeras: las emociones duran pocos segundos, como mucho, algunos minutos. Los estudios llegan a la conclusión de que una emoción dura de media unos 90 segundos. Las emociones no duran ni horas ni días. En caso de que así sea, estamos en presencia de un sentimiento, ya que incluye la parte racional (córtex cerebral). Por ejemplo: puedo tener la emoción de rabia por perder una carrera pero tendré el sentimiento de frustración si además de la rabia tengo un pensamiento asociado de “nunca podré ganar”.
- Intensas: la intensidad emocional es muy grande, ya que nos activan en muchos sentidos cuando estamos experimentando una. Las emociones nos activan a tres niveles: fisiológico (aumento de la tasa cardíaca, sudoración de manos), cognitivo (pensamientos sobre cómo lo estamos haciendo) y conductual (excesivo movimiento, huida de la situación).
- Necesarias: todas las emociones son imprescindibles para la supervivencia. ¿Dónde estaríamos si no tuviéramos miedo? Todas ellas cumplen funciones básicas para poder adaptarnos al medio y sobrevivir a los diferentes peligros del ambiente. Continuando con el ejemplo, gracias al miedo podemos huir cada vez que vemos un toro en una pradera.
- Contagiosas: cualquier emoción que pienses es fácilmente contagiable. ¿Alguna vez has estado en algún restaurante o medio de transporte y has visto como alguien se reía de algo y ha acabado contagiándote su risa? Pero no sólo pasa con la alegría, sino con cualquier emoción (tristeza, miedo, etc.).
- Subjetivas: todas las emociones tienen un matiz subjetivo. Piensa en las comidas que te gustan y las que no, en las situaciones o animales que te dan miedo, las situaciones que te provocan rabia, qué te pone triste, etc. Cada uno de nosotros responderíamos con situaciones o elementos diferentes a estas cuestiones. Y todas ellas son legítimas.
- Aproximación vs defensa: podemos dividir las emociones en dos tipos: emociones de aproximación (alegría, curiosidad) y emociones de defensa (rabia, miedo). Todas las emociones nos invitan a acercarnos al estímulo, persona o situación que nos evoca dicha emoción o bien a evitarlas.
- Ocurren irremediablemente: las emociones son involuntarias, automáticas e inconscientes, por lo que tenemos muy poco control sobre ellas. Por ejemplo, cuando observo una situación que me parece injusta, aparece la emoción de rabia; siempre que me dan una buena noticia, aparece la emoción de alegría; cuando sufro una pérdida, aparece inevitablemente la tristeza. La emoción ocurre irremediablemente, lo que sí que podemos controlar es la conducta asociada a dicha emoción.
¿Cuáles son las emociones básicas?
Todos los expertos e investigadores llegan a la conclusión de que existen una serie de emociones básicas, pero no se ponen de acuerdo en cuántas y cuáles son. Uno de los primeros autores que investigó las emociones fue Paul Ekman y llegó a la conclusión de que existen 6 emociones básicas en las diferentes culturas de todo el mundo: tristeza, miedo, alegría, rabia, sorpresa y asco. Según los estudios de Ekman todos expresamos estas seis emociones y somos capaces de reconocerlas en otras personas. Otros autores presentan otros modelos similares o diferentes a este.
En el siguiente post hablaremos de la Neurobiología de las emociones y de las Estrategias emocionales que se pueden poner en marcha con vuestros alumnos. ¡Seguid conectados! ¡Hasta la semana que viene!
Autor: Rafael Guerrero (www.darwinpsicologos.com)