Cuando yo estudiaba, no disfrutaba de la mayoría de mis clases. Gran parte de las veces no se debía al profesor o las materias que me enseñaban, sino a que a menudo no sentía afinidad alguna con mis compañeros.

Los centros educativos pueden ser entornos difíciles, con dinámicas sociales complejas y competitivas en las que hay que saber desenvolverse, y nuestra disposición a implicarnos en el aprendizaje se ve enormemente afectada por las relaciones sociales dentro del grupo.

La afinidad social es un factor importante en el proceso educativo, que se deja sentir en la implicación de los alumnos, ya sean estos adultos de Primaria o de Secundaria. Para poder participar de forma efectiva en el aula de idiomas, los alumnos deben sentirse cómodos interactuando con el resto, probando usos recién aprendidos y ofreciendo y recibiendo entre pares comentarios sobre el desempeño.

Según la teoría de la autodeterminación, todas las personas comparten la necesidad innata y universal de la afinidad social, de sentirse conectadas con los demás. Es más probable que los alumnos se impliquen en el proceso de aprendizaje si sus interacciones satisfacen esa necesidad psicológica de afinidad. 


Para desarrollar la afinidad social en nuestras clases, ya sean presenciales o en un entorno digital, y ayudar a fomentar la implicación del alumno, tenemos que diseñar y utilizar actividades que estimulen la colaboración y las interacciones positivas entre los alumnos de nuestro grupo. He aquí una serie de ideas y ejercicios para el fomento de la afinidad social en tus clases:

Anima a los alumnos a que se conozcan (¡más!)

La afinidad social consiste en sentirse conectado con los demás y parte del grupo. Para desarrollarla, los alumnos necesitan oportunidades para descubrirse, no solo como conocidos o compañeros de clase, sino a nivel más profundo, cada cual con sus intereses y creencias. Al conocerse mejor, podrán encontrar puntos de encuentro, desarrollar relaciones entre sí e interesarse unos por otros como seres humanos.

👉 Los group mingles (combinados) son perfectos para que los alumnos se conozcan. Dales tiempo para que preparen preguntas sobre sus vidas y crea grupos, o utiliza salas de mensajería o plataformas de videoconferencia, para que interactúen en tiempo real preguntándose unos a otros. Puedes darle un giro al mingle explicando que, cuando se responda a las preguntas, se deberá incluir una mentira. Pídeles a todos que dejen por escrito las respuestas que se dan, en pósits o en una pizarra digital, como Lucidspark. Cuando todos hayan preguntado y respondido varias veces deberán agrupar las notas que tienen de cada persona, presentarse y tratar de descubrir cuál era la respuesta falsa.

👉 El diagrama de Venn  es un buen marco para invitar a los alumnos a identificar similitudes y diferencias en sus experiencias y creencias, y se puede realizar en papel o en entornos digitales con herramientas como Canva.  Los alumnos toman notas sobre sus similitudes en el espacio donde se juntan los dos círculos, y sobre aquello que les diferencia a los dos lados. Profundiza, no te límites a pedir a los alumnos que compartan información general sobre sí mismos. Invítales a servirse de los diagramas para explorar sus puntos de vista sobre temas o situaciones que hayan aparecido en el libro de texto o en materiales de clase. 

Dales preguntas que les sirvan de base para conversar, como:

«What would you do in this situation?», «What do you believe about this topic?» o «What experiences do you have connected to this topic?»


Ofrece a tus alumnos oportunidades para el trabajo colaborativo

Además de fomentar el conocerse mejor, para desarrollar la afinidad social en el aula de inglés es importante cultivar el espíritu de equipo, de forma que los alumnos desempeñen mutuamente un papel activo y colaborativo en su aprendizaje. A continuación, encontrarás algunas formas de generar un entorno educativo de colaboración y apoyo mutuo, de ayudar a los alumnos a sentirse más cómodos al realizar preguntas y aportaciones durante las clases y de multiplicar las oportunidades de implicarse en el proceso de aprendizaje.

👉 Cuando descubras algún nuevo aspecto de la lengua a tu clase, genera oportunidades para que lo exploren juntos. Hay entornos digitales, como ClassDojo o Edmodo, que les permiten colaborar para responder a los usos aprendidos y el material recibido, descubrir cómo funcionan y charlar sobre ellos.  Sé consciente de que las fortalezas y competencias de los alumnos de tu grupo varían. Recuérdales que pueden recurrir unos a otros, o a ti como profesor, si necesitan ayuda.

👉 En ejercicios y actividades prácticas, trata de incorporar aspectos colaborativos para que los alumnos trabajen juntos. Invítales a compartir y mostrar su trabajo en el aula o en un entorno virtual, por ejemplo, en Padlet.

👉 Ayuda a tus alumnos a comentar de forma constructiva el trabajo del compañero, dedicando tiempo a centrarse en actividades para la corrección entre pares y a abordar las razones para desarrollarlas. Sé un modelo de corrección constructiva, y recuérdales que los comentarios deben centrarse en el impacto comunicativo general primero, en aspectos más específicos después.  La corrección entre pares es más efectiva cuando se integra en la práctica en el aula como actividad normal y habitual, en vez de como algo ocasional. En entornos de aprendizaje digital, los alumnos pueden utilizar las salas para grupos pequeños y los archivos escritos, de audio o de vídeo para hacer sus comentarios. 

Nunca se puede «dar por acabado» el desarrollo de la afinidad social.  En muchos contextos educativos, los cursos de matriculación continua dan lugar a grupos sometidos al cambio y a la renovación en todo momento, con alumnos que llegan y alumnos que se van. No obstante, incluso en clases en que el grupo es siempre el mismo durante un tiempo, las relaciones cambian y evolucionan, al igual que lo hacemos las personas. Desarrollar una dinámica grupal positiva y fomentar la afinidad social debería, por ende, entenderse como un proceso en desarrollo, en vez de un objetivo que lograr.

Si deseas saber más sobre la implicación en clase, lee el artículo de Sarah Mercer sobre la creación de las condiciones que facilitan que el alumno se implique.


Jade Blue

Profesora de inglés, formadora e investigadora. Trabaja en estrecha relación con el equipo de Language Research de Cambridge University Press & Assessment

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«Vale, gira a la izquierda. ¡No, a la otra izquierda! Para aquí. No, me refería a allí». ¿Te suena haber tenido esta conversación en el coche? Enseñar también puede hacernos sentir así muchas veces. Crees que te estás expresando bien, pero nadie parece hacer lo que quieres. Aunque pueda parecer una solución demasiado simple, solo hay que aprender a dar instrucciones más claras. En este post te doy 4 consejos para hacerlo.