La transición de la clase presencial a la educación online ha sido un desafío para muchos profesores. En nuestra academia, mis colegas han dedicado los últimos días a adaptar sus clases al formato virtual. La primera etapa fue resolver problemas técnicos y logísticos, como plataformas y conectividad. Luego, nos enfrentamos a las cuestiones pedagógicas de cómo enseñar eficazmente en un entorno online.
La transición a la educación online
Es fundamental reconocer el esfuerzo y estrés que implica adaptar la enseñanza a la educación online. En la academia con la que trabajo, mis colegas han pasado los últimos diez días averiguando frenéticamente cómo pasar sus clases al formato virtual. En primer lugar, había que resolver los problemas técnicos y logísticos (plataformas, conectividad, etc.). Luego, las cuestiones pedagógicas sobre la mejor manera de enseñar online. No será por falta de recomendaciones: listados de consejos y artículos para leer, seminarios web, MOOC, sugerencias para programar las lecciones, ideas sobre cómo abordar la situación actual con los alumnos, y especialmente con los más pequeños. En definitiva, demasiadas cosas a tener en cuenta.
El esfuerzo que están haciendo mis compañeros es increíble. Dadas las circunstancias, su curva de aprendizaje hubiera sido impresionante, pero en estos momentos, su iniciativa, creatividad y trabajo duro son doblemente admirables. Como todos, se levantan preocupados por su propia salud y la de sus amigos y familiares. Como muchos de nosotros, pasan de una noticia a otra con terror en su móvil intentando asimilar cómo afectará a su vida el confinamiento y el cierre de fronteras. Están haciendo malabares con los quehaceres diarios como la compra y supervisar la educación de sus hijos en casa. Y, para muchos, el estrés se agrava por las preocupaciones sobre el futuro en sus escuelas y trabajos, sobre el dinero y el pago del alquiler del próximo mes, y sobre cuánto tiempo esta crisis cambiará sus vidas. Pero, aun así, encuentran tiempo para descubrir las funciones adicionales de Zoom.
Buscando orientación práctica
Si estás buscando ayuda práctica, puedes seguir las publicaciones en la serie de blogs: Ideas para profesores. En YouTube, el canal de formación para docentes Russell Stannard’s YouTube channel es una de las fuentes más populares de consejos prácticos.
Pero, si me permites un consejo, trata de ver las cosas con perspectiva. Nadie se convierte en un fantástico maestro digital de la noche a la mañana. Lleva tiempo, experiencia, ensayo y error, y los atracones de información no te traerán mejores resultados. En momentos como este, estás dando lo mejor de ti y es suficiente. Haz lo posible por no aumentar tu nivel de estrés. Incluso si eso supone priorizar otras cosas aparte de tus habilidades online. Mantén el contacto con los compañeros, no solo para compartir consejos e ideas, sino, sobre todo, para no aislarte.
También hay que tener en cuenta por lo que estarán pasando muchos de los alumnos. No podemos esperar que muestren el mismo nivel de entusiasmo, energía y compromiso al que estamos acostumbrados. La mayoría, no espera que impartas una clase online magistral. Probablemente lo que más apreciará sea la posibilidad de hablar con alguien sobre cómo están viviendo esta situación. En otras palabras, ¡no te preocupes demasiado por cómo vas a subir la presentación de PowerPoint sobre el presente perfecto a la plataforma que estás usando! La enseñanza de idiomas, no lo olvidemos, se ha basado siempre en la comunicación real, ¡empecemos por ahí!
Pero por ahora…
A medida que el fin de semana se acerca, intenta relajarte y despejar la mente. La educación online es un proceso de adaptación continua, y tu esfuerzo es suficiente. Recuerda que, en esencia, la enseñanza de idiomas siempre ha estado basada en la comunicación real.
La semana casi ha terminado y espero que no tengas clase este fin de semana. Intenta, si puedes, tomarte un tiempo para relajarte y despejar la mente.
Philip Kerr