Como definió Michael Linsin “La gestión del aula es el lugar donde los deseos y la realización, tanto de los alumnos como de los profesores, tienen lugar” ¡Qué maravilla! Es dónde se van a encontrar las expectativas de ambos, alumnos y profesores. Para que esto se dé, la gestión del aula debe ocuparse de prácticamente todo, esto es:
- El ambiente: el aula física, los agrupamientos, el mobiliario, la decoración, etc.
- Las expectativas: tanto por parte de los alumnos, ellos han de saber lo que se espera de ellos, como por parte del maestro; los alumnos también deben conocer qué esperar de él o ella.
- Las rutinas: los tiempos o estaciones en lo que se dividen las clases o lecciones.
- Los materiales: fichas, mini tableros, dados, spinners, etc
- Las actividades: planes para fast finishers, actividades de rutinas como calendarios, actividades de palabras problemáticas, etc
- Las normas y sus consecuencias: que además podrán variar en función del momento de la clase o de la actividad que se esté realizando.
En lo referente a la gestión del aula, hagamos hincapié en que el espacio educa, invita, motiva. Los espacios en los que especialmente nuestros alumnos más pequeños pasan tanto tiempo, son importantes, y deben ser acogedores, cómodos, permitir el movimiento…Hemos de cuidarlos y preparlos. Y… por qué no, incluso cambiarlos y adecuarlos a la actividad que vayamos a llevar acabo.
Mi Gestión del Aula
En mi aula los alumnos están sentado en equipos de 4, entiendo que impartiendo idiomas es la mejor forma de fomentar la comunicación. Estamos aprendiendo a trabajar con en grupos cooperativos y… nos encanta.
Una parte muy importante de mi práctica docente, en especial antes de la pandemia, es la implementación del “flexible seating” o asentamientos flexibles. Hace ya tres cursos que lo pongo en práctica y, si bien considero que tengo mucho camino aún por recorrer y, mucho por aprender, hasta ahora, los resultados que he observado son muy buenos.
La idea de que todas las aulas en España, y en todos los países, tengan que ser iguales o muy parecidas es un tanto inquietante, como menciona Richard Gerver en su libro “Creating Tomorrow’s Schools Today”. Además, es cierto que no todos aprendemos igual, ni del mismo modo. Si pensamos en las actividades que llevamos a cabo durante el día, algunas las realizamos en una silla con una mesa delante, otras en el sofá y otras tumbados en la cama. Con todo esto, recuerdo un artículo que leí un día en una revista de las que encuentras en los aviones acerca de que el éxito de las cafeterías Sturbucks.
Se centraba en la variedad de asientos que estas cafeterías ofrecen al cliente (incluyendo la opción de no sentarte en absoluto y llevarte tu bebida) y no en la calidad del café en sí. Realmente me dio basten que pensar. Luego descubres en Pinterest esas clases americanas maravillosas llenas de sofás y cojines, mesas distintas … y me decidí a cambiar un poco mi aula. La idea es crear un espacio donde te apetezca estar, donde, además, puedas elegir un poco, siguiendo unas normas, cómo y dónde te quieres sentar para la actividad que se va a llevar a cabo. No he podido hacer grandes cosas, ya que el espacio del que dispongo y la variedad de mobiliario a la que tengo acceso es bastante limitada, pero, a día de hoy, cuento con varias pelotas fitball que mis alumnos pueden utilizar en lugar de sillas, varios taburetes, mesas altas con taburetes altos (situadas al final del aula, que les permiten ver mucho mejor todo lo que pasa), y una mesita con sillas que no parece de aula. Los alumnos y alumnas rotan cada lunes y van usando los diferentes asentamientos. El uso de fitballs y taburetes es voluntario y completamente gestionado por ellos dentro de sus grupos.
Lo cierto es que este sistema, no sólo tiene un componente motivador muy alto, además, es cierto que muchos alumnos, en especial aquellos que encuentran más difícil no moverse en clase, como los alumnos con TDHA, se benefician mucho de las fitball, ya que les permiten moverse, botar, balancearse, y…. ¡No hacen nada de ruido!
Para las ocasiones en las que necesitamos o bien ellos, o bien yo, cierta privacidad… como buenos maestros… todos sabemos que en un aula de 25 alumnos, a veces, es necesario que un alumno se siente de manera individual, dispongo de dos mesitas pequeñas con dos mini asientos (en realidad son dos elevadores o escalones para llegar a lugares más altos) que se pueden poner en cualquier lugar y pueden recogerse con mucha facilidad. Esto, les ofrece a ellos la posibilidad de buscar este tipo de asentamiento para concentrarse, y a mí, como docente, la posibilidad de separarles de los equipos si fuese necesario en algún momento.
Yo, también.
En cuanto a mí, la maestra, os contaré que yo fui la primera en utilizar los asentamientos flexibles, y lo hice casi sin darme cuenta. Tengo mi mesa de maestra con mi ordenador y mi silla. Esta mesa la tengo pegada a la pared y la utilizo para trabajar y corregir, principalmente cuando estoy sola o… todos estamos en un momento de trabajo individual.
En muchas ocasiones estoy de pie, moviéndome por el aula o frente a la pizarra, pero, en otras muchas, estoy en mi taburete. Tengo un taburete alto, como de bar, justo en el centro de la clase, delante de la pizarra. Es lo bastante alto para que todos me vean y yo, poder ver a todos mis alumnos. Me deja estar cerca de ellos, sin tener delante la mesa del profe, y me resulta muy cómodo para moverlo. A veces es un perfecto atrio para apoyar libros o materiales, a veces solo me siento a escuchar…
Preparar el ambiente.
Antes, os hablaba también de preparar el aula según lo que vayamos a hacer o a abordar en el temario. Es otra de las cosas que me gusta hacer y me parece fundamental. Y… cuánto más si la actividad docente tiene lugar en una segunda lengua que los alumnos no dominan. Así, tener el esqueleto en la clase, pósters del cuerpo humano, tarjetas de vocabulario con las partes del cuerpo… si vamos a dar “the body” o…globos terráqueos en cada equipo, mapas en la pared, brújulas… si vamos a dar “Maps and globes” es algo que me parece vital. Al final se trata de buscar que mis alumnos tengan una experiencia de aprendizaje y que sea lo más sensorial posible.
A todo esto… Le seguirán actividades en las que los alumnos tendrán un papel activo dentro del tema. Realizarán lapbooks, proyectos grupales del cuerpo humano, raps del sistema digestivo…y todo, absolutamente todo, empezó por preparar el aula y el ambiente.
Para lograr una gestión del aula efectiva, es esencial adaptar el entorno y las prácticas a las necesidades de los estudiantes, promoviendo un espacio dinámico y motivador. La flexibilidad y la atención a los detalles pueden marcar una gran diferencia en el aprendizaje y el bienestar de los alumnos. Si te interesan más ideas y consejos sobre cómo mejorar la gestión del aula en tu propio entorno educativo, no dudes en visitar el blog de Cambridge aquí.
Raquel Macarrón Ureña
Coordinadora del Proyecto Bilingüe en el Centro CEIP La Guindalera, Logroño.