A veces los alumnos se desaniman por características peculiares de la lengua inglesa que perciben como inexplicables. Por ejemplo, se preguntan por qué hay letras mudas o por qué el pronombre de sujeto en primera persona «I» se escribe siempre en mayúscula. Lo que no saben es que muchas de las aparentes incoherencias en la ortografía, el vocabulario, la gramática y la pronunciación del inglés pueden explicarse examinando un poco su historia.

A los alumnos estas explicaciones siempre les parecen muy reveladoras, y el hecho de que suela haber razones lógicas e históricas detrás de muchos de estos aspectos desconcertantes les sorprende, estimula su curiosidad por aprender y les motiva. ¿Cómo podemos aplicarlo a la enseñanza de idiomas?

Para empezar, es útil establecer el contexto, dar a los alumnos una visión general de las lenguas que han contribuido a dar forma a la variedad de inglés que están aprendiendo (la que se habla en el Reino Unido, EE.UU., India o Australia, por ejemplo) y explicarles brevemente lo que ocurre cuando dos lenguas están en contacto durante largos periodos de tiempo. Después, hay que definir algunos mecanismos de contacto lingüístico y, por último, poner ejemplos prácticos.

Historia del inglés

La mayoría de los acontecimientos que influyeron en el desarrollo de la lengua inglesa tal y como la conocemos hoy tienen que ver con la historia del inglés. Cada variedad tiene su propio trasfondo histórico y debe sus particularidades a diversos factores, como el contacto estrecho con otros pueblos, su cultura, sus costumbres y su lengua.

De hecho, el inglés británico que se habla en el Reino Unido, la variedad en la que nos centraremos en esta entrada del blog, tuvo mucha influencia del latín, los dialectos germánicos y el francés, aunque no solo eso.

Veamos de qué maneras.

Influencia del contacto cercano a largo plazo

Cuando personas que hablan lenguas diferentes tienen un contacto estrecho durante largos periodos de tiempo, es casi inevitable que las culturas se mezclen y se influyan mutuamente. Como consecuencia, las lenguas adquieren nuevas palabras y, con ellas, nuevos sonidos, y los usuarios no nativos pronunciarán las palabras antiguas de forma diferente. Incluso en los tiempos modernos, solo hay que pensar en cuántas palabras extranjeras entraron, y siguen entrando, en la lengua inglesa. Un ejemplo es «garage», que originalmente se pronunciaba /ˈgær.ɑːʒ/, como en francés, de donde se tomó prestada, y que luego desarrolló otras pronunciaciones más anglicizadas, como /ˈgær.ɑːʤ/ o /ˈgær.ɪʤ/.

Consecuencias del contacto lingüístico


Las consecuencias más relevantes del contacto entre lenguas que resulta útil explicar son los préstamos y los calcos.

Un préstamo es una palabra tomada de otra lengua. Las palabras «cake», «egg» y «husband», por ejemplo, proceden del nórdico antiguo («kaka», «egg» y «hūsbōndi», respectivamente).

Un calco, en cambio, es la copia de una construcción gramatical de otra lengua. Un ejemplo de calco del francés es el futuro «to be going to», traducción literal de la estructura francesa que utiliza el verbo aller (=ir) seguido de un infinitivo para expresar el futuro.

Il va pleuvoir ce soir – it is going to rain this evening

Ejemplos de historias de palabras

No hace falta ser un experto en historia de la lengua inglesa, basta con escoger algunos ejemplos que muestren el gran potencial de explicar las historias que hay detrás de las palabras y cómo pueden revelar información interesante sobre ellas. Estos son algunos ejemplos.

Window

A los alumnos les encantará saber que la palabra «window» procede del nórdico antiguo «vindauga», que significa literalmente «ojo del viento». En aquella época, las ventanas no eran más que pequeños agujeros en las paredes y proporcionaban ventilación además de la posibilidad de mirar al exterior.

Imagen 1: window=wind-eye

Petty

El adjetivo «petty», que en inglés británico significa «pequeño», procede del francés «petit» /ˈpɛti/ (= pequeño). La grafía se convirtió en «petty», imitando la pronunciación francesa.

Imagen 2: petty cash (efectivo para pequeños gastos)

¿Por qué «will» a veces significa «querer»?

El verbo modal «will» procede del germánico. En alemán moderno, «Ich will» sigue significando «quiero», y «will» se utilizaba en inglés antiguo como verbo de voluntad. Sin embargo, con el paso de los siglos, en inglés sufrió un proceso llamado «gramaticalización». En resumen, la gramaticalización se produce cuando las palabras léxicas (incluidos los verbos) pierden su contenido semántico (lo que se denomina «blanqueamiento semántico») y adquieren una función gramatical.

En otras palabras, el vocabulario se convierte en gramática. Por tanto, el significado original de «voluntad» se perdió y solo conservó una función gramatical. Como significaba «deseo» y los deseos se proyectan en el futuro, empezó a utilizarse para hablar del futuro.

Sin embargo, como suele ocurrir con el blanqueo, sea metafórico o no, aún podemos ver rastros de su antiguo significado en muchas expresiones. Algunos ejemplos serían:

  • Have the will to do something (tener la voluntad de hacer algo)
  • If you will (si quieres)
  • My car won’t start (se niega, no «quiere» arrancar)

¿Por qué se llama «beef» a la carne de vaca?

Esto se remonta a la conquista normanda de 1066. Tras la ocupación de Bretaña, los habitantes locales siguieron utilizando sus nombres anglosajones para referirse a los animales que cazaban (vaca, oveja, cerdo, ternero…), pero los colonos normandos empleaban nombres franceses (boeuf, mouton, porc, veau…) para referirse a la carne que llegaba a sus mesas. Las grafías se anglicizaron a «beef», «mutton», «pork» y «veal» y se mantuvieron los dos nombres.

Letras mudas

«Debt» /dɛt/ deriva del francés medio dette /dɛt/. Durante la Edad Media, los eruditos añadían la «b» al escribirla para mostrar la etimología latina original (debitum). Como es lógico, la gente no cambió la forma de pronunciar la palabra de un día para otro, y esa b añadida nunca se pronunció, pero la nueva grafía se impuso. El mismo mecanismo se aplicó a palabras como «doubt» (en francés antiguo, doute), «plumber» (plommier) y «subtle» (sotil).

¿Por qué «I» se escribe siempre en mayúscula?

Cuando los libros empezaron a imprimirse durante el periodo del inglés medio, el pronombre en primera persona «ic» había cambiado gradualmente a «i».

Al tratarse de una sola letra, resultaba insignificante en la imprenta, por lo que se adoptó la convención de escribirla en mayúscula.

Ventajas

Recurrir a la historia del inglés para explicar características específicas del idioma tiene muchas ventajas.

La primera es que los alumnos siempre encuentran estas explicaciones muy instructivas y les parecen muy interesantes las historias que hay detrás de palabras o pronunciaciones concretas.

En segundo lugar, si se capta el interés de los alumnos, estos tendrán cada vez más ganas de aprender, lo que fomentará el aprendizaje independiente y el desarrollo de conocimientos.

Por último, estas pequeñas historias pueden dar lugar a momentos divertidos que rompan la rutina de la clase. Si los alumnos se dan cuenta de que aprender puede ser divertido, ¡merece la pena el esfuerzo!

¿Quieres saber más sobre la influencia de otras lenguas en el inglés? Lee el blog de Heidi Burrows.

Lecturas recomendadas

Fennell, B. A. (2001). A history of English: A sociolinguistic approach. Oxford, UK: Blackwell Publishers. 

Crystal, D. (2012). Spell it Out: The Singular Story of English Spelling. London: Profile Books. 

Hogg, R. M., & Denison, D. (2006). A history of the English language. Cambridge, UK: Cambridge University Press. 

Narrog, H. & Heine, B. (Eds) (2011). The Oxford handbook of grammaticalization. Oxford: Oxford University Press.  

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